¿Qué son los impactos ambientales?
Son efectos positivos o negativos que tienen las actividades humanas sobre el medio ambiente. Toda acción humana modifica de alguna manera la naturaleza. Estas modificaciones pueden ser destructivas o reparadoras.
Impactos ambientales positivos: Son aquellos que corrigen los daños
provocados por el hombre. Un ejemplo de impacto positivo es la
construcción de un parque en los terrenos de un antiguo basural.
Impactos ambientales negativos: Son aquellos que deterioran el medio
ambiente. Ejemplo de impactos negativos son los que producen la
reducción o la extinción de la flora o la fauna, la contaminación del
aire, del suelo y de las aguas, el agotamiento de un recurso natural y
la pérdida de nutrientes del suelo, entre muchos otros.
Problemas Ambientales Que Afectan Al Mundo
Dióxido de carbono
Uno de los impactos que el uso de combustibles fósiles
ha producido sobre el medio ambiente terrestre ha sido el aumento de la
concentración de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera. La cantidad
de CO2 atmosférico había permanecido estable, aparentemente durante
siglos, pero desde 1750 se ha incrementado en un 30% aproximadamente. Lo
significativo de este cambio es que puede provocar un aumento de la
temperatura de la Tierra a través del proceso conocido como efecto
invernadero. El dióxido de carbono atmosférico tiende a impedir que la
radiación de onda larga escape al espacio exterior; dado que se produce
más calor y puede escapar menos, la temperatura global de la Tierra
aumenta.
Un calentamiento global significativo de la atmósfera
tendría graves efectos sobre el medio ambiente. Aceleraría la fusión de
los casquetes polares, haría subir el nivel de los mares, cambiaría el
clima regional y globalmente, alteraría la vegetación natural y
afectaría a las cosechas. Estos cambios, a su vez, tendrían un enorme
impacto sobre la civilización humana. En el siglo XX la temperatura
media del planeta aumentó 0,6 ºC y los científicos prevén que la
temperatura media de la Tierra subirá entre 1,4 y 5,8 ºC entre 1990 y
2100.
Acidificación
Asociada también al uso de combustibles fósiles, la acidificación se
debe a la emisión de dióxido de azufre y óxidos de nitrógeno por las
centrales térmicas y por los escapes de los vehículos a motor. Estos
productos interactúan con la luz del Sol, la humedad y los oxidantes
produciendo ácido sulfúrico y nítrico, que son transportados por la
circulación atmosférica y caen a tierra, arrastrados por la lluvia y la
nieve en la llamada lluvia ácida, o en forma de depósitos secos,
partículas y gases atmosféricos.
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La lluvia ácida es un importante problema global. La
acidez de algunas precipitaciones en el norte de Estados Unidos y Europa
es equivalente a la del vinagre. La lluvia ácida corroe los metales,
desgasta los edificios y monumentos de piedra, daña y mata la vegetación
y acidifica lagos, corrientes de agua y suelos, sobre todo en ciertas
zonas del noreste de Estados Unidos y el norte de Europa. En estas
regiones, la acidificación lacustre ha hecho morir a poblaciones de
peces. Hoy también es un problema en el sureste de Estados Unidos y en
la zona central del norte de África. La lluvia ácida puede retardar
también el crecimiento de los bosques; se asocia al declive de éstos a
grandes altitudes tanto en Estados Unidos como en Europa.
Destrucción del ozono
En las décadas de 1970 y 1980, los científicos empezaron a descubrir
que la actividad humana estaba teniendo un impacto negativo sobre la
capa de ozono, una región de la atmósfera que protege al planeta de los
dañinos rayos ultravioleta. Si no existiera esa capa gaseosa, que se
encuentra a unos 40 km de altitud sobre el nivel del mar, la vida sería
imposible sobre nuestro planeta. Los estudios mostraron que la capa de
ozono estaba siendo afectada por el uso creciente de clorofluorocarbonos
(CFC, compuestos de flúor), que se emplean en refrigeración, aire
acondicionado, disolventes de limpieza, materiales de empaquetado y
aerosoles. El cloro, un producto químico secundario de los CFC ataca al
ozono, que está formado por tres átomos de oxígeno, arrebatándole uno de
ellos para formar monóxido de cloro. Éste reacciona a continuación con
átomos de oxígeno para formar moléculas de oxígeno, liberando moléculas
de cloro que descomponen más moléculas de ozono.
Al principio se creía que la capa de ozono se estaba
reduciendo de forma homogénea en todo el planeta. No obstante,
posteriores investigaciones revelaron, en 1985, la existencia de un gran
agujero centrado sobre la Antártida; un 50% o más del ozono situado
sobre esta área desaparecía estacionalmente. En el año 2001 el agujero
alcanzó una superficie de 26 millones de kilómetros cuadrados, un tamaño
similar al detectado en los tres últimos años.
Hidrocarburos clorados
El uso extensivo de pesticidas sintéticos derivados de los
hidrocarburos clorados en el control de plagas ha tenido efectos
colaterales desastrosos para el medio ambiente. Estos pesticidas
organoclorados son muy persistentes y resistentes a la degradación
biológica. Muy poco solubles en agua, se adhieren a los tejidos de las
plantas y se acumulan en los suelos, el sustrato del fondo de las
corrientes de agua y los estanques, y la atmósfera. Una vez
volatilizados, los pesticidas se distribuyen por todo el mundo,
contaminando áreas silvestres a gran distancia de las regiones
agrícolas, e incluso en las zonas ártica y antártica.
Aunque estos productos químicos sintéticos no existen
en la naturaleza, penetran en la cadena alimentaria. Los pesticidas son
ingeridos por los herbívoros o penetran directamente a través de la piel
de organismos acuáticos como los peces y diversos invertebrados. El
pesticida se concentra aún más al pasar de los herbívoros a los
carnívoros. Alcanza elevadas concentraciones en los tejidos de los
animales que ocupan los eslabones más altos de la cadena alimentaria,
como el halcón peregrino, el águila y el quebrantahuesos. Los
hidrocarburos clorados interfieren en el metabolismo del calcio de las
aves, produciendo un adelgazamiento de las cáscaras de los huevos y el
consiguiente fracaso reproductivo. Como resultado de ello, algunas
grandes aves depredadoras y piscívoras se encuentran al borde de la
extinción.
CONTAMINACION ATMOSFERICA |
De los tres grandes
medios naturales que pueden ser contaminados debido a la actividad
industrial: agua, suelo y aire, en esta ficha se estudiará de forma
concreta y específica este último. En un contexto amplio, la falta de
calidad del aire puede afectar de forma directa bien al interior de un
recinto industrial (desde un garaje hasta una cementera) , bien al
exterior cuando se emiten gases contaminantes a la atmósfera, como por
ejemplo los gases producidos en una central termoeléctrica. En el primer caso, afecta directamente a las personas que desarrollan su actividad en el recinto industrial y en el segundo caso puede tener consecuencias para plantas, animales y personas ajenas a la actividad industrial, y también podría llegar a contaminar agua y suelo. La contaminación del aire es un proceso que se inicia a partir de las emisiones al aire desde los diferentes focos emisores de contaminantes a la atmósfera. La atmósfera es un medio fluido con una dinámica que hace que la dispersión y el transporte de los contaminantes sean difíciles de estudiar y de prever. Así la relación entre la cantidad de contaminantes emitidos al aire y la presencia de estos en el aire en un momento y en un lugar determinado no es una relación directa ni proporcional ni sencilla de conocer puesto que la atmósfera es un sistema complejo con un comportamiento caótico. Por lo tanto, para minimizar la contaminación atmosférica es necesario, por un lado el control de las emisiones atmosféricas (niveles de emisión) y por otro lado, el control y la vigilancia de la presencia de los contaminantes en el aire en diferentes puntos receptores (niveles de inmisión). |
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La contaminación por combustión, ruido, medios de transporte e industriasCÓMO SE PRODUCE LA CONTAMINACIÓN DEL AIRELa atmósfera es en gran parte responsable de la vida sobre la Tierra, porque:
No obstante su importancia, hasta años recientes el ser humano no
ha iniciado una campaña para evitar aquellas acciones que la
perjudiquen.
Para estudiar la atmósfera, los científicos la han dividido en diferentes zonas:
Troposfera. Es la capa más cercana a la Tierra, inicia a los cero metros y se calcula que alcanza aproximadamente 15 kilómetros de altura.
Estratosfera. Se separa de la troposfera por una capa llamada tropopausa y se extiende desde ella hasta 50 kilómetros de altura.
Mesosfera. Es la zona intermedia, inicia a los 50 kilómetros y llega a los 85 kilómetros de altura.
Exosfera. Es la capa que está más alejada de la Tierra y se calcula que alcanza cerca de los 10 mil kilómetros de altura.
Se le llama atmósfera inferior o baja a las dos primeras zonas y atmósfera superior a partir de la mesosfera.
La zona más importante para el desarrollo de la vida es la
troposfera, no sólo porque estamos en contacto permanente con ella, sino
porque ahí se efectúan fenómenos tan importantes como los citados con
anterioridad.
La atmósfera inferior tiene una composición química bastante
uniforme. La forman una mezcla de gases, así como diversas partículas
suspendidas.
Los componentes principales son el nitrógeno y el oxígeno que, conjuntamente, componen el aire que respirable.
La composición de los gases atmosféricos puede variar como
consecuencia de fenómenos naturales, por ejemplo las erupciones
volcánicas; o bien, por artificiales que incluyen las actividades
propias de la civilización: combustiones, refinación de petróleo, uso de
productos químicos, plantas nucleares, desechos agrícolas o
industriales, etcétera.
Principales contaminantes del aire
Los
contaminantes del aire se dividen en tres grupos: contaminantes
químicos, partículas orgánicas e inorgánicas y contaminantes mecánicos.
Los contaminantes químicos pueden ser, a su vez, primarios o secundarios.
Los primeros son aquellos que entran en contacto directo e
inmediato con la atmósfera como consecuencia de eventos naturales o
actividades del ser humano; y los segundos se forman por la reacción
entre un contaminante secundario y los componentes de la propia
atmósfera, como en el caso del ácido sulfúrico que se forma por la
reacción de óxidos de azufre y otros elementos del aire, como el agua.
Algunos ejemplos de contaminantes químicos son:
Las partículas contaminantes pueden ser de origen orgánico, por
ejemplo, el polen, cabellos, pelo de animales, microorganismos, etc., y
las inorgánicas, tierra, polvo, humo o cenizas.
Finalmente, los contaminantes mecánicos se refieren al ruido originado por vehículos o maquinaria, entre otros.
La contaminación del aire no está limitada a los espacios abiertos,
es decir, al exterior, sino también alcanza el interior de las
viviendas, edificios, fábricas o escuelas, pues en muchos de estos
lugares se utilizan productos cuyas emisiones afectan, en primer lugar,
al aire interior para después salir hacia la atmósfera y asimismo
penetran en los espacios cerrados los contaminantes provenientes del
exterior.
Entre las causas de contaminación del aire se encuentran:
En
la formación del suelo es necesaria la participación de factores
físicos, químicos y biológicos, que poco a poco desintegren las rocas de
la corteza terrestre para convertirlas en suelo. Por tanto, éste no
permanece igual ni en el mismo lugar durante largos periodos. La erosión
significa el arrastre de esos materiales que forman el suelo, de un
lugar a otro, la cual puede ser:
Eólica.
Es producida por el viento. Éste transporta todo el material que se
desprende de la superficie de la superficie terrestre hacia otros
sitios, a veces muy distantes. Estos materiales pueden llegar a
depositarse en partes bajas y formar estratos, es decir, capas nuevas de
suelo, o bien, si llegan a una comunidad urbana, integrarse al aire o
caer sobre las construcciones.
Hidráulica. El agua es considerada el principal agente erosivo del suelo debido a su constante labor de desgaste.
Fluvial.
La erosión causada por los ríos se presenta por ejemplo cuando los
cauces de los ríos corren por terrenos inclinados. Los ríos transportan
el material erosionado y a medida que va decreciendo la inclinación del
terreno, las piedras de mayor tamaño se van acumulando y las más finas
se desplazan hacia lugares más lejanos.
Al llegar el río a un lugar plano, su velocidad disminuye y los
materiales que fueron acarreados se depositan formando sedimentos. Si
aumenta el caudal del río se originan inundaciones. El material
proveniente de éstas es llamado aluvión y queda sedimentado en las
orillas; los terrenos que se forman por estos fenómenos se denominan
aluviales. Si el aluvión se acumula en las desembocaduras de ríos pueden
formar deltas y barras, por ejemplo, Barra de Navidad, en jalisco o
Barra de Puerto Real, en Campeche.
La erosión del suelo es un proceso natural que se ha presentado
desde hace millones de años en la corteza terrestre y que ha dado lugar a
la formación de valles y al desgaste natural de las montañas.
La cubierta vegetal ha favorecido la lenta erosión del suelo, ya
que las plantas actúan reteniendo el acarreo de materiales de un lugar a
otro, de este modo, se equilibra el tiempo de erosión con el de
formación del suelo. Si ocurre lo contrario, entonces el recurso se
perderá.
La acción del hombre ha logrado cambiar en pocos años lo que la
naturaleza obtuvo en millones, pues ha roto el equilibrio entre ambas
fuerzas y ha acelerado el proceso erosivo como consecuencia de la
agricultura, tala inmoderada, incendios, construcciones, etc., todas
estas actividades eliminan la cubierta vegetal.
Además, cabe mencionar que la topografía de la República Mexicana
favorece el fenómeno erosivo ya que gran parte de los terrenos están
inclinados y esto los hace más susceptibles para facilitar el acarreo de
sus materiales. El deterioro del suelo en México se debe principalmente
a la erosión producida por el viento y el agua. Los estudios realizados
han demostrado que se acarrean anualmente dos mil 754 toneladas de
materiales, los cuales originan sedimentos por 535 millones de
toneladas, de las cuales cerca del 70% llegan a los océanos y el resto a
los embalses.
En el norte de la República Mexicana, la erosión eólica provoca mayores daños, mientras que la hídrica lo hace en el sur.
Se considera que los estados con mayor erosión son: Sonora, Baja
California Sur y Chihuahua, ya que en ellos es escasa la cubierta
vegetal y el viento arrastra fácilmente los materiales. En lo que se
refiere a la zona de clima templado, Oaxaca, Tlaxcala y Guanajuato
presentan los mayores problemas.
Los principales efectos del proceso erosivo son:
Las
industrias y los procesos que se llevan a cabo en ellas son una de las
principales fuentes de emisiones de contaminantes atmosféricos.
El Instituto Nacional de Ecología considera que las principales fuentes emisoras de contaminantes son:
Fuentes fijas o estacionarias.
Éstas incluyen todos los contaminantes derivados de los procesos de
combustión y agrupan a las industrias que utilizan este tipo de
procedimientos, ya sea para fabricar productos o generar calor,
electricidad o movimiento. En esta categoría se encuentran las
fundidoras, cementeras y fábricas de asbesto, refinerías de petróleo,
laboratorios de sustancias químicas, etcétera.
Fuentes móviles.
Se refiere a la contaminación ocasionada por la combustión que
realizan diversos vehículos automotores: automóviles, camiones,
camionetas, motocicletas, aviones, barcos, etcétera.
Fuentes fijas.
El alto desarrollo de la actividad industrial en el país, ha traído
como consecuencia la creación y producción de un gran número de
productos que, en un momento dado, pueden ser tóxicos y alterar el
equilibrio ambiental.
De
acuerdo con algunos estudios las ramas industriales que consumen mayor
cantidad de energéticos y, por tanto, generan mayor contaminación son
las de: cemento, azúcar, petroquímica, siderurgia, química, vidrio,
minería, celulosa y papel, fertilizantes, cerveza y malta, aguas
envasadas, construcción, automotriz, hule, aluminio y tabaco.
De los combustibles empleados por dichas empresas, 44% corresponde a
gas, 24% a combustóleo y el restante a diversas fuentes.
En cuanto a las emisiones contaminantes, las más importantes son
del tipo primario que eliminan óxidos de nitrógeno, óxidos de azufre y
partículas suspendidas.
Hasta 1993, las ramas industriales de mayor emisión de
contaminantes (óxidos de nitrógeno, azufre y partículas suspendidas) son
la termoeléctrica, cementera y asfaltera.
Además de la emisión de contaminantes, las industrias representan
otro tipo de riesgos relacionados con el funcionamiento de sus
instalaciones, el uso y manejo de sustancias tóxicas, inflamables o
explosivas; el transporte y almacenamiento de dichas sustancias, así
como los padecimientos provocados a los empleados que laboran en ellas.
La trayectoria que ha seguido la industria en el país, se ha modificado notablemente en los últimos cincuenta años.
En nuestros días las actividades primarias han tomado menor
importancia, mientras que la industria, el comercio y la prestación de
servicios se han colocado en los primeros sitios de generación de
empleos y productos.
Algunas industrias se consideran contaminantes por las emisiones
que generan. De las mencionadas, las de mayor impacto ambiental son las
de cemento, celulosa y papel.
Otra actividad industrial que se debe considerar como de riesgo ambiental, es la industria maquiladora de exportación.
El problema con esta rama es que la mayoría de esas empresas, que
trabajan con capital extranjero manejan materias primas y tecnología no
nacionales. En México, se desconocen esas técnicas y, por tanto, no se
puede cuantificar o medir el impacto ambiental que representan.
Las principales industrias maquiladoras hacen la manufactura de
materiales y accesorios eléctricos y electrónicos, equipo de transporte y
textiles.
En su mayoría se localizan en la zona fronteriza del norte del país, y
se calcula que entre 50 y 60% de las mismas generan residuos peligrosos
y sólo 40% cumplen con las medidas de control de emisiones
contaminantes.
En 1991, México y Estados Unidos firmaron el Plan Integral
Ambiental Fronterizo, encaminado a tomar medidas conjuntas para prevenir
y controlar la contaminación.
Contaminación atmosférica derivada de los medios de transporte
Los
medios de transporte generan contaminantes que pertenecen a las fuentes
móviles. Éstos constituyen una parte fundamental de la vida económica
de cualquier país, pues gracias a ellos es posible el traslado de
personas y sobre todo porque permite el flujo de materiales desde los
centros de producción hasta los de consumo; por tanto, para alcanzar el
crecimiento económico de la nación es indispensable contar con
infraestructura de transporte adecuada, en la que se contemplen tanto
las vías de traslado como los diferentes tipos de vehículos destinados
para ello.
Desde el punto de vista de la contaminación, se puede decir que los
principales contaminantes son derivados de las combustiones de los
motores que utilizan como fuente de energía: gasolinas, diesel,
combustóleo, gas natural o electricidad.
Las emisiones más importantes son generadas por el plomo, óxidos de
azufre, óxidos de nitrógeno, hidrocarburos, monóxido y dióxido de
carbono, y partículas suspendidas.
El impacto que generan los transportes depende de la cantidad de
vehículos, servicio y mantenimiento de los mismos, intensidad de uso,
tecnología y combustibles utilizados.
Los medios de transporte terrestre que más contaminantes producen son, en orden de importancia, los siguientes:
Un aspecto relevante es el número de vehículos en circulación, pues
la relación que hay entre éstos y la contaminación generada es
directamente proporcional, es decir, a mayor número de transportes mayor
será la liberación de sustancias tóxicas.
En la actualidad circulan en el país más de siete millones de
automóviles, de los cuales aproximadamente tres millones lo hacen en la
Ciudad de México.
Se calcula que en el mundo hay aproximadamente 550 millones de
vehículos de motor, de los cuales casi 450 corresponden a automóviles y
el resto a camiones. Estas cifras aumentaron más de diez veces desde
1950 y se considera que si la tasa continúa incrementándose de ese modo,
para el año 2000 serán 700 millones de autos.
Los vehículos de motor son la mayor fuente contaminante del aire,
son responsables de emisiones tóxicas de dióxido de carbono, monóxido de
carbono, óxidos de nitrógeno, azufre, hidrocarburos y plomo.
De acuerdo con el inventario de emisiones de la Ciudad de México,
las descargas vehiculares representaron casi 80% del total de
contaminantes arrojados a la atmósfera.
Contaminación atmosférica derivada de las combustiones
Cuando se queman los combustibles fósiles,
como el petróleo y sus derivados, para producir energía, ya se en las
industrias o por los vehículos, se generan gases contaminantes muy
peligrosos.
Dichos combustibles están formados principalmente por moléculas que
contienen carbono e hidrógeno, cuya cantidad de energía en sus enlaces
químicos es elevada. Cuando esas moléculas se queman, se combinan con el
oxígeno del aire y se genera energía, la cual se aprovecha para mover los motores de automóviles, en los procesos industriales o como fuente de calor.
Además, durante su combustión generan, como compuesto principal,
dióxido de carbono; sin embargo, también se realiza la llamada
combustión incompleta, que aparece cuando los hidrocarburos al
reaccionar no generan dióxidos sino monóxidos de carbono. Esto ocurre
generalmente en el funcionamiento de motores de vehículos.
En los países desarrollados una parte de la contaminación del aire
se debe a la combustión de madera, estiércol o restos de cosechas, que
generan dióxido de carbono, cenizas y humo.
Cuando se talan bosques o se incendian a propósito para
convertirlos en zonas de cultivo o pastoreo, llegan al aire grandes
cantidades de óxidos de nitrógeno y azufre, dióxido de carbono y metano.
Otro factor de este tipo de contaminación se presenta al utilizar
vehículos de combustión interna que al no darles mantenimiento hacen que
se liberen más gases tóxicos y si a eso se agrega la combustión
incompleta, el problema se vuelve más grave.
Afortunadamente, México es un país pacifista que se opone a las
guerras, sin embargo, éstas también han contribuido al deterioro del
planeta.
La guerra del golfo Pérsico (1990-1991) en la cual se incendiaron más
de 600 pozos petroleros en Kuwait y los enormes derrames de petróleo en
el mar que arrasaron con los ecosistemas marinos y añadieron al aire
toneladas de gases tóxicos, exponiendo la vida de sus habitantes.
Algunos productos de la combustión y sus características son:Monóxido de carbono (CO)
Este compuesto no es parte natural de la atmósfera sino un producto
de origen humano que se genera principalmente por la combustión
incompleta de energéticos que contienen carbono, como el proveniente de
escapes de los vehículos automotores.
Este gas es extremadamente dañino, se ha determinado que una
persona expuesta a él durante una hora, pierde el conocimiento y se
desmaya; si se expone durante cuatro horas o más morirá por asfixia.
Otro grave problema es que el monóxido de carbono es muy afín a la
hemoglobina; si se combina con ella se forma carboxihemoglobina que
inhibe la combinación oxígeno-hemoglobina que se debería llevar a cabo
en los pulmones, con ello la sangre que llega a los órganos se convierte
en un material tóxico carente de los niveles de oxígeno deseables. Esta
situación puede llegar a provocar la muerte.
Compuestos del azufre (SOx)
Se producen con la combustión de compuestos que contengan azufre,
como: petróleo, gas natural o carbón. Los óxidos de azufre pueden
combinarse con agua y originar, como contaminante secundario, ácido
sulfúrico. Éste ocasiona daños a los pulmones, como enfisema y cáncer.
También es un componente de la lluvia ácida que inhibe el crecimiento
vegetal y perjudica los árboles.
Derivados del nitrógeno (NOx)
Los más importantes son el óxido y dióxido de nitrógeno. Se generan
en las combustiones de motores de vehículos y se arrojan a la atmósfera
a través de los escapes; o por la quema de basura u otros materiales
(llantas) al aire libre. Produce daños a la salud relacionados con el
aparato respiratorio.
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